sábado, abril 28, 2007

LAS TORTUGAS NINJA


Fotograma 54:

"Kowabonga"

Se acerca el 1 de mayo y con ello las manifestaciones del día del trabajo. Una fecha controversial en donde el pato lo pagamos los ciudadanos corrientes, pues la historia siempre es la misma: Marchas que se tornan incontrolables en donde se cuela el lumpen para hacer destrozos y desmanes en el mobiliario urbano.

Recuerdo haber estado en algunas de estas marchas haciendo fotos. Además de la preocupación por cuidar de los equipos fotográficos, también se debe cuidar la integridad física. Piedrazos que van y vienen, molotovs y restos de escaños y lo que sea, son arrojados por la masa incontrolada.

La contrafuerza en esta pelea es carabineros. Un par de palos y pal furgón. Al que le toque, sea inocente o culpable. Acá en Valparaíso siempre los desmanes se producen en el parque Italia principalmente. Al estar cercado los accesos al congreso, la acción se disgrega por los alrededores.

Esta imagen la conseguí durante el 2005. Me encontraba colaborando para el medio electrónico Huella Digital y en la Plaza O'Higgins estaban los carabineros listos para la acción, cual ejército con sus escudos para la arremetida.

La bauticé como "Kowabonga" porque es el grito de batalla de la Tortugas Ninja, y en ese minuto sería el rol que jugarían estos señores de verde: Hacerlas de justicieros, regalándole palos al mundo y cazando flaites. Ojalá afinaran un poquito la puntería.

jueves, abril 12, 2007

PUENTE CORTADO


Fotograma 53:

"Se acabó el camino"

Parece un puente cortado. Incluso el ciclista en el borde pareciera preguntarse "¿Y dónde está el resto del camino?". La respuesta cordial de un micrero sería: "Hasta acá no más llego, amigo". Así es. Es la triste realidad.

De pronto hay situaciones sobre las cuales creemos tener cierto control y planificamos hasta el cansancio. Creemos incluso, tener una certeza de saber hacia dónde las cosas se dirigen. Pero como se dice popularmente, nadie tiene el cielo comprado.

Me gusta la incertidumbre y aquello de no saber a ciencia cierta qué pasará más allá de mis narices. Eso sí, tratando de forzar la realidad a tu favor, sin que esto reste a que de vez en cuando te cachetee una sorpresa y te obligue a replantearte algunas situaciones. O de tener todo tan planificado, que un error no forzado echó todo por la borda.

Soy un convencido de que las cosas pasan por algo. Siempre todo termina teniendo una explicación ... quizás aunque nos demoremos años en conocerla, pero el inefable paso del tiempo y los años hacen su trabajo muy bien. Nada pasa en vano y todo ocurre en su debido momento. Aunque también es bueno tener la visión para no dejar pasar oportunidades que son únicas. Y si lo haces, que no sea sino una anécdota de la cual aprender algo.

martes, abril 10, 2007

PESCADOR ARTESANAL


Fotograma 52:
"Mojándose las patitas"

Qué acostumbrado al mar estamos los porteños. Más aún cuando lo utilizas como calmante y desestresante. No creo que tenga contraindicaciones, a menos que seas un hidrofóbico.

Esta foto la tomé en el paseo Wheelwright el sábado pasado con mis sociates de flickr, aquel sitio de fotos de Yahoo!. Es entrete esto de compartir una pasión y allá gente que te aganche en ello. Es rico discutir sobre cosas que te interesan en particular y no muchos dominan o tienen experiencia en ello.

Me gusta esta imagen porque refleja lo pequeño del hombre frente al océano, pese a que sólo es un trozo de él. Además, de cómo el individuo trata de arrebatarle alguna presa a los dominios de Neptuno con un rudimentario sistema de pesca.

Dudo si lo consiguió. Pero lo más seguro es que sí debió relajarse y olvidarse momentáneamente de sus problemas, aunque se le hayan enfriado los pies por el ir y venir de las olas. Desde arriba, esta mirada lo pone en perspectiva y lo sitúa como un luchador en espera de algo que ni siquiera sabe si llegará.


jueves, abril 05, 2007

BLANCO MUSEO


Fotograma 51:

"El museo blanco"

Qué ganas de haberte conocido en tu época de gloria. En aquella que no tenías luces que te dieran vida de noche, pero que de día eran innecesarias por el lugar en el que te enclavabas. La luz sobraba. La miradas estabas aseguradas. El esplendor venía por añadidura.

Qué ganas de haber conocido a tus contemporáneos siniestrados por el indolente paso del hombre y del tiempo. Qué ganas de haber sentido indolencia con conocimiento de causa mas no de la ignorancia enfermiza que nos afiebra hoy en día.

Qué ganas de sepultar las líneas insípidas del hoy por hoy y de resucitarte como la verdadera joya que fuiste. Tan fabulosa para los ojos, foráneos y criollos. Qué ganas de contemplarte en bruto, en colores, y no por un rectángulo bicolor que mucho deja a la imaginación.

Al menos tengo la suerte de verte y poder imaginarte en retrospectiva, algo por cierto, que ningún terremoto ni empresario destructor, puede dinamitar. Mucho menos desterrar.