viernes, enero 26, 2007

SOBRE EL PASO DEL TIEMPO


Fotograma 47:

"Casonas del puerto"

Parece que sigo con las imágenes de palomas. Coincidencia solamente. Esta la encontré en mi viejo archivo fotgráfico, exactamente, en un trabajo de la universidad de 1999. Si miramos el calendario, ya casi han pasado 9 años desde aquel entonces, es más, me parece haberla tomado hace tan poco.

De repente creo que el tiempo pasa demasiado rápido. De manera insana. De pronto un súbito hecho te hace caer en la cuenta de que tan rápido ha pasado el agua bajo el puente que anula capacidad de asimilar tal torrente de horas, minutos y segundos.

El próximo año se cumplirán diez desde que ingresé a estudiar periodismo. Una década de amistad con aquellas alocadas personas con las que aún mantengo un contacto inalterado por el paso de los años. Sin duda, un anesteciante para este tobogán cronológico.

Es extraño este fenómeno de "ir creciendo" en conjunto, caminando palmo a palmo con terceros. Ir sabiendo de sus problemas, alegrías y demases, conociendo de sus logros y fracasos, así como de las propias hacia el resto. Quizás me estoy volviendo más nostálgico de lo habitual. En fin.

Este post va dedicado a todos aquellos amigos que caminan cerca de este círculo, sin olvidar algo fundamental: Desde donde venimos.

miércoles, enero 17, 2007

SAN PANCHO


Fotograma 46:

"Paloma sapeando"

Las iglesias son construcciones bastante especiales. Imponentes. Opulentas. Antiguamente, se creía que mientras más grandes, más cerca de Dios se estaba. El tamaño era directamente proporcional a la fe. Arquitectura dispuesta a la creatividad y a la religiosidad. Realidad algo extinta por estos días.

Siempre que camino por las calles de esta ciudad no puedo evitar alzar la mirada para contemplar su pasado enterrado en las alturas, invisible para el ojo que transita de manera somera y con los pies puestos en la realidad. Son testigos mudos de lo que fue la ciudad antiguamente y de cómo se concebía según las corrientes artísticas de ese entonces.

Hoy los tiempos acelerados, la necesidad enfermiza de ahorrar y un ambiguo desarrollo por lo simplista, nos han regalado un sinnúmero de moles amorfas carentes de toda intención de armonización con el entorno que las contiene. Torres sacadas de la manga de un mago moldista listo para regarlas por donde sea necesario, pues es un malentendido sinónimo de progreso. No así para los dueños de las constructoras, claro está.

Sigo mi recorrido y veo pasmado como esta bella torre del siglo XIX queda oculta y sin protagonismo tras estas desalmadas estructuras. Espero no llegar a ver la luz del día en que al despertar asome y vea por mi ventana un Valparaíso deforme e irreconocible, lleno de una "modernidad" incompatible, más que con las necesidades urbanísticas reales de la ciudad, con el bolsillo de los inversionistas.


viernes, enero 12, 2007

"POR UNA CABEZA"


Fotograma 45:

"Dos más por favor".

Recuerdo este bar con cariño, pese a que no voy nunca para allá. Durante el 2006 una desafortunada visita nos convocó junto a mis amigos para celebrar un aniversario más de lo que hemos bautizado como "Fundación Mario Góngora".

El evento no fue lo que se esperaba. Sólo decir que "por una cabeza" no se transformó en mayor motivo de bromas de lo finalmente se convirtió. Su organizador, Diego, fue vapuleado de múltiples maneras por habernos llevado a tan "mítico" lugar: El Brighton.

Digo mítico pues para nuestro conglomerado significa uno de los lugares donde habrían tenido lugar, en un espacio atemporal y quizás paralelo a éste, la escena donde uno de nuestro insignes profes e ídolos fundacionales, el Ojosogro, caía en las garras del alcohol mientras correjía nuestras pruebas y trabajos.

Muchos mitos nacieron en torno a esta historia, donde uno de sus principales protagonistas, David Berríos, barman del lugar, expulsaba a nuestro héroe por tener una abultada deuda, la que se rehusaba a pagar, pidiendo "dos chelas más".

Quizás muchos de los que lean esto no entiendan un carajo de lo que describo. Muchos buenos momentos y risas nos reportó el inventar diálogos y expresiones en torno a esta escena, cuyo súmmum lo vivimos durante abril pasado: Ojosogro era invitado a nuestra celebración.

Durante varios años de nuestra vida universitaria nos preguntábamos cuándo sería el día que lograríamos carretear con el susodicho en este lugar. Años de espera e incertidumbre llegaban a su fin, aterrizando una lúdica escena llena de magia y fantasía, de locura y elevado a la categoría de "momento ídolo".

Nada resultó como se pretendía o imaginaba. Silencios incómodos, música demasiado alta como para conversar tranquilamente, escasez de temas, expresiones confusas. Estábamos en presencia del aterrizaje forzoso de una idealización colectiva. Las opiniones posteriores fueron unánimes: Nunca más.

Qué extraño es cuando una situación o un hecho que esperas ansioso, la mente se encarga de atribuírle cualidades que no posee. Idealizantes ingredientes que sólo pavimentan de nubes el piso por el cual caminarás. Muchas veces, mejor dicho casi todas, la realidad se encarga de mitigar la magia, que por suerte, siempre existirá en nuestras cabezas.

domingo, enero 07, 2007

BOTAS DEL MEMBRILLO


Fotograma 43:

"Botas en la Caleta El Membrillo"

Cómo ha cambiado el puerto durante estos últimos años. Personalmente creo que lo ha hecho para mejor, y vaya en qué forma. Nuevos paseos, repavimentaciones, miradores recién estrenados, hasta metro "le tenemos" ... en fin, harto para mirar y redescubrir.

Es en uno de esos lugares "revisitados" donde tomé esta foto, la caleta El Membrillo, en la remozada avenida Altamirano. Hoy estos huevillos ya no existen, en su lugar hay una loza que dentro de los múltiples usos que tiene, sirve de estacionamientos para los restorantes del sector y aparcadero para algunos de los botes pesqueros.

Estos calzados abandonados representan a aquellos que alguna vez pisaron estas tierras, esos pescadores que algunas grabaron sus huellas en la arena y hoy se las ha llevado el mar y el concreto. Esos que caminan anónimos en el mar, sin olores a milagros mas el de sobrevivir en los tiempos que corren.

Quizás dónde se encuentran estas botas y zapatillas ahora. Olvidados por ahí. Podridos en otro lugar sin posibilidad de redención. Desechables como muchas de las cosas y actitudes que nos rodean hoy en día. Bienvenidos a la era del plástico, donde las pisadas se borran instantáneamente sin dejar un rastro a seguir para el futuro, al lugar donde nada se rescata de lo vivido.

Ojalá sean los menos, pero el consumo masivo de basura (en todos sus tipos), me da a entender lo contrario. Televisión digna de nada e indigna de todo, diarios y revistas ensalzando sólo inconsistencias sin sustancia ni alma, olvidando que quienes le consumen no se merecen ser rebajados a esa condición: A la de "feos" siendo testigos de cómo los "lindos" juegan en un tablero que no acepta nuevas piezas, pero sí miradas ajenas que finalmente se materialicen en arcas más llenas. Una lástima.

Personalmente, he optado por desconectarme y tomar mi cámara y observar un mundo demasiado interesante para descubrir, y no malgastar tiempo en tales futilerías, que irremediablemente nos estancarán aún más el estrecho criterio que se nos había logrado abrir tras la llegada de la alegría ... al parecer, es tiempo de estupidizar a las masas para esconder realidades turbias y desconcertantes, y mantenerlas en una idiotez sostenida y permanente.