jueves, octubre 18, 2007

LO QUE EL ÁRBOL ME SEÑALÓ


Fotograma 57:

"Camino hacia lo natural"

La naturaleza siempre se encarga de bajarnos de nuestras egoístas nubes y recordarnos de que en la simpleza muchas veces podemos encontrar lo que buscamos. Es difícil entender que la complejización de nuestro entorno ha acarreado consigo la misma suerte para nuestras aturdidas mentes, dejando de lado algo que nunca debiésemos pasar por alto: La sencillez.

Una simple caminata, un paseo más contemplativo o quizás una simple taza de café con los audífonos al volumen que desees, pueden parapetarnos de un exterior que en muchas de las ocasiones se muestra agresivo y hostil. Ajeno y frío.

En una búsqueda incierta me encontré en un paraje pocas veces visitado, casi desconocido, pero exquisitamente acogedor. No sabía porqué estaba allí, ni quién me había llevado a tal lugar. Sólo estaba yo, un gran árbol y una serie de senderos cuyo destino era incierto. Por lo menos para mí.

Ignorando lo que buscaba, pregunté al árbol hacia dónde debía seguir. Impaciente por una respuesta, golpeé el tronco sin respuesta alguna, lo que acrecentó mi frustración. De pronto, y ya casi rendido, me senté en la parte baja del centenario especímen ... quizás, esperando a que algo pasara. Necesitaba una señal.

De pronto, unas hojas cayeron delante de mi. "Debe ser el viento", pensé, pero ni un atisbo de brisa podía uno sentir en aquel momento.

Se trataba del árbol. Había escuchado mis cuestionamientos, e intentaba contestarlos. Debido a su senectud, no era capaz de emitir sonido alguno, pero si era capaz de estirar sus ramas y mostrarme el camino que yo buscaba, no el que él me señalaba.

De inmediato comprendí que estaba ahi por una razón y debía descubrirla ... y no me detendría hasta averiguarlo ... había encontrado la magia dentro de mí, la que te permite avanzar y no detenerte pese a las caídas ...


Continuará ...


martes, junio 26, 2007

MÁS ALLÁ DE NUESTRAS MOLLERAS


Fotograma 56:

"Mirando al cielo"

Vaya que tenía botado el blog. Debo reconocer que por descuido y olvido, ingredientes poco sanos en la vida de cualquier mortal. Espero retomar el cauce normal de mis publicaciones.

Me gusta mirar hacia el cielo. Buscar detalles en las construcciones que muchas veces pasas por alto ya que usualmente miramos hacia el frente para no chocar con alguien ... pero de pronto es entretenido elevar la mirada y darse cuenta de que existe otro mundillo por sobre nuestro ojos.

Ropas tendidas, gatos durmiendo o bostezando, señoras copuchando o hablando con la vecina, alguien sacudiendo una alfombra o un mantel ... que se yo. Siempre pasa algo por sobre nuestras cabezas y lo pasamos por alto.

¿Quién no ha disfrutado
estando en un piso superior observando lo que pasa abajo durante largo rato? Asumimos la actitud de mini dioses tratando de controlar visualmente todo lo que ocurre bajo nuestras narices. Imaginen si voláramos ... al menos con alas.

jueves, mayo 24, 2007

PAPELES


Fotograma 55:

"Basta"

Foto tomada durante las manifestaciones del día 21 de mayo en Valparaíso, en el sector de avenida Francia. Creo que deben ser una de las marchas más bizarras que he presenciado, con gente ordenada y obediente del cerco policial. Si hasta unos manifestantes detenidos liberó Carabineros. Freak.


sábado, abril 28, 2007

LAS TORTUGAS NINJA


Fotograma 54:

"Kowabonga"

Se acerca el 1 de mayo y con ello las manifestaciones del día del trabajo. Una fecha controversial en donde el pato lo pagamos los ciudadanos corrientes, pues la historia siempre es la misma: Marchas que se tornan incontrolables en donde se cuela el lumpen para hacer destrozos y desmanes en el mobiliario urbano.

Recuerdo haber estado en algunas de estas marchas haciendo fotos. Además de la preocupación por cuidar de los equipos fotográficos, también se debe cuidar la integridad física. Piedrazos que van y vienen, molotovs y restos de escaños y lo que sea, son arrojados por la masa incontrolada.

La contrafuerza en esta pelea es carabineros. Un par de palos y pal furgón. Al que le toque, sea inocente o culpable. Acá en Valparaíso siempre los desmanes se producen en el parque Italia principalmente. Al estar cercado los accesos al congreso, la acción se disgrega por los alrededores.

Esta imagen la conseguí durante el 2005. Me encontraba colaborando para el medio electrónico Huella Digital y en la Plaza O'Higgins estaban los carabineros listos para la acción, cual ejército con sus escudos para la arremetida.

La bauticé como "Kowabonga" porque es el grito de batalla de la Tortugas Ninja, y en ese minuto sería el rol que jugarían estos señores de verde: Hacerlas de justicieros, regalándole palos al mundo y cazando flaites. Ojalá afinaran un poquito la puntería.

jueves, abril 12, 2007

PUENTE CORTADO


Fotograma 53:

"Se acabó el camino"

Parece un puente cortado. Incluso el ciclista en el borde pareciera preguntarse "¿Y dónde está el resto del camino?". La respuesta cordial de un micrero sería: "Hasta acá no más llego, amigo". Así es. Es la triste realidad.

De pronto hay situaciones sobre las cuales creemos tener cierto control y planificamos hasta el cansancio. Creemos incluso, tener una certeza de saber hacia dónde las cosas se dirigen. Pero como se dice popularmente, nadie tiene el cielo comprado.

Me gusta la incertidumbre y aquello de no saber a ciencia cierta qué pasará más allá de mis narices. Eso sí, tratando de forzar la realidad a tu favor, sin que esto reste a que de vez en cuando te cachetee una sorpresa y te obligue a replantearte algunas situaciones. O de tener todo tan planificado, que un error no forzado echó todo por la borda.

Soy un convencido de que las cosas pasan por algo. Siempre todo termina teniendo una explicación ... quizás aunque nos demoremos años en conocerla, pero el inefable paso del tiempo y los años hacen su trabajo muy bien. Nada pasa en vano y todo ocurre en su debido momento. Aunque también es bueno tener la visión para no dejar pasar oportunidades que son únicas. Y si lo haces, que no sea sino una anécdota de la cual aprender algo.

martes, abril 10, 2007

PESCADOR ARTESANAL


Fotograma 52:
"Mojándose las patitas"

Qué acostumbrado al mar estamos los porteños. Más aún cuando lo utilizas como calmante y desestresante. No creo que tenga contraindicaciones, a menos que seas un hidrofóbico.

Esta foto la tomé en el paseo Wheelwright el sábado pasado con mis sociates de flickr, aquel sitio de fotos de Yahoo!. Es entrete esto de compartir una pasión y allá gente que te aganche en ello. Es rico discutir sobre cosas que te interesan en particular y no muchos dominan o tienen experiencia en ello.

Me gusta esta imagen porque refleja lo pequeño del hombre frente al océano, pese a que sólo es un trozo de él. Además, de cómo el individuo trata de arrebatarle alguna presa a los dominios de Neptuno con un rudimentario sistema de pesca.

Dudo si lo consiguió. Pero lo más seguro es que sí debió relajarse y olvidarse momentáneamente de sus problemas, aunque se le hayan enfriado los pies por el ir y venir de las olas. Desde arriba, esta mirada lo pone en perspectiva y lo sitúa como un luchador en espera de algo que ni siquiera sabe si llegará.


jueves, abril 05, 2007

BLANCO MUSEO


Fotograma 51:

"El museo blanco"

Qué ganas de haberte conocido en tu época de gloria. En aquella que no tenías luces que te dieran vida de noche, pero que de día eran innecesarias por el lugar en el que te enclavabas. La luz sobraba. La miradas estabas aseguradas. El esplendor venía por añadidura.

Qué ganas de haber conocido a tus contemporáneos siniestrados por el indolente paso del hombre y del tiempo. Qué ganas de haber sentido indolencia con conocimiento de causa mas no de la ignorancia enfermiza que nos afiebra hoy en día.

Qué ganas de sepultar las líneas insípidas del hoy por hoy y de resucitarte como la verdadera joya que fuiste. Tan fabulosa para los ojos, foráneos y criollos. Qué ganas de contemplarte en bruto, en colores, y no por un rectángulo bicolor que mucho deja a la imaginación.

Al menos tengo la suerte de verte y poder imaginarte en retrospectiva, algo por cierto, que ningún terremoto ni empresario destructor, puede dinamitar. Mucho menos desterrar.

lunes, febrero 26, 2007

UN AÑO MÁS


Fotograma 50:

"Esperando que el viejo se vaya"

Tal cual. Son las 15:30 hrs del 31 de diciembre y ya todos estamos ansiosos porque el año viejo se vaya pronto para dar inicio a los festejos propios del venidero. Me paseo por la baranda del mirador de calle Portales en el cerro Barón. Mucha gente está apostada allí desde muy temprano.

No hay mucho que hacer salvo observar el paisaje, jugar naipes o simplemente esperar durmiendo siesta la llegada de las 12. Pitillas y cordeles sirven para demarcar los espacios que cada familia foránea ocupará para recibir al 2007. Muchos duermen con un ojo abierto para cuidar sus cosas de los posibles aprovechamientos de algunos más pillos.

Más autos de lo habitual transitan por las colapsadas calles de mi cerro, desacostumbrado a los cuidadores y a los oportunistas propios del centro, pero el año nuevo no perdona y donde hay gente, habrá vendedores. Me paseo por los alrededores. Me ven con mi cámara y me preguntan si vengo de alguna revista o diario.

"Son para mi colección personal", respondo entusiasmado. Me piden que les tome un par de fotos y se las envíe por mail como recuerdo de aquella calurosa jornada. Accedo. No es primera vez que lo hago. "Gracias" me dicen, "... y Feliz Año Nuevo adelantado", igualmente les digo.

Son raras estas fiestas, pero me gustan. La buena onda se huele en el aire, se siente en la piel. Nadie parece enojarse por nada ... y nuestras calles, invadidas por extraños a la espera de descorchar una champaña para festejar como en el living de su casa. Si hasta mesita y velas han instalado en el mirador. Surreal, por decirlo menos.

martes, febrero 20, 2007

COLORES


Fotograma 49:

"Caminante no hay camino"

Día de sol. Un gran círculo colgado del cielo me dice que se trata de una calurosa tarde de verano que cada vez se torna más anaranjada. Ideal para un paseo, si es acompañado mejor. El mar se encarga de musicalizar el momento y el viento de poner la frescura necesaria para no sucumbir de calor.

La playa comienza a quedar vacía y se torna ideal para sentarse a contemplar la zambullida del sol en el fondo del mar, cual fósforo es sumergido en agua para apagarle rápidamente. Muchas parejas transitan los arenosos parajes en busca de tranquilidad, reflexión y un poco de intimidad.

Fotográficamente esta tranquilidad se puede plasmar sobre papel dado los colores que produce este momento. Son muy cálidos y abrigadores, similares a una invitación para disfrutar de un chocolate caliente junto a la chimenea en un día lluvioso.

Los colores son cruciales en fotografía. Imprimen la esencia de un momento, le dan sentimiento a un trozo inanimado de papel y le otorgan un cariz que sólo puede ser traducido por los ojos de quién le contempla. Un claro ejemplo es la fotografía en blanco y negro, utilizada principalmente para desnudos y fotografía social. Pueden realizarse en color, pero definitivamente el resultado no será el mismo.

Una sencilla prueba: Traten de hacer una fotografía de un mismo elemento en ambos formatos. Si anotan lo que les produce cada una, seguramente habrá diferencia notorias. Es esto, creo, una de las cosas que hace a una fotografía una pieza de arte: Saber elegir el cómo y con qué elementos intervenir una situación determinada, pero lo que creo aún más importante, en el momento de su concepción, no en su postproducción.

domingo, febrero 11, 2007

BLUES DE LA CÁRCEL


Fotograma 48:

"Encierro"

Qué lata es estar encerrado. Privado de lo más preciado que puede tener una persona: Su libertad. Tener plena potestad sobre nuestras decisiones y determinaciones, poder movernos y transitar libremente por las calles de nuestra voluntad, sin represiones.

Claramente esta condición, más allá de generar muchas satisfacciones personales, también conlleva responsabilidades. Y definitivamente hay gente a las que les cuesta mucho manejarlas y sobrellevarlas. Algunos son egoístas, por ejemplo. Usan esta facultad para abrirse paso entre la muchedumbre y reducir a las personas a utensilios desechables.

Otros la usan de manera invasiva para dañar a terceros, y así como estos, ejemplo hay muchos. Me molesta la irresponsabilidad. Más aún si es autoinfringida y autootorgada, a manera de justificar una falta de voluntad y preocupación por los demás. En estos casos, la lotería siempre tiene un único ganador, y para mal de males, siempre es el mismo.

Otro de los encierros que me llaman la atención es el visual. Me refiero al de la autoevaluación o autocrítica o como se le llame. El de vivir y pasar por situaciones que por la incapacidad de dejar este encierro y obsecación, nada te dejan por enseñanza. No sintetizas las horas vividas ni mucho menos metabolizas sus experiencias. Todo pasa directo al tacho de la basura.

Algunos le llaman tropezar con la misma piedra, pero lo que al parecer sucede que son muy pocos los encierros que nos dejan entrever una luz de cambio real para con nosotros mismos. Lamentablemente hay unos que duran toda la vida, y no precisamente tras unos barrotes ni cercado con púas.

viernes, enero 26, 2007

SOBRE EL PASO DEL TIEMPO


Fotograma 47:

"Casonas del puerto"

Parece que sigo con las imágenes de palomas. Coincidencia solamente. Esta la encontré en mi viejo archivo fotgráfico, exactamente, en un trabajo de la universidad de 1999. Si miramos el calendario, ya casi han pasado 9 años desde aquel entonces, es más, me parece haberla tomado hace tan poco.

De repente creo que el tiempo pasa demasiado rápido. De manera insana. De pronto un súbito hecho te hace caer en la cuenta de que tan rápido ha pasado el agua bajo el puente que anula capacidad de asimilar tal torrente de horas, minutos y segundos.

El próximo año se cumplirán diez desde que ingresé a estudiar periodismo. Una década de amistad con aquellas alocadas personas con las que aún mantengo un contacto inalterado por el paso de los años. Sin duda, un anesteciante para este tobogán cronológico.

Es extraño este fenómeno de "ir creciendo" en conjunto, caminando palmo a palmo con terceros. Ir sabiendo de sus problemas, alegrías y demases, conociendo de sus logros y fracasos, así como de las propias hacia el resto. Quizás me estoy volviendo más nostálgico de lo habitual. En fin.

Este post va dedicado a todos aquellos amigos que caminan cerca de este círculo, sin olvidar algo fundamental: Desde donde venimos.

miércoles, enero 17, 2007

SAN PANCHO


Fotograma 46:

"Paloma sapeando"

Las iglesias son construcciones bastante especiales. Imponentes. Opulentas. Antiguamente, se creía que mientras más grandes, más cerca de Dios se estaba. El tamaño era directamente proporcional a la fe. Arquitectura dispuesta a la creatividad y a la religiosidad. Realidad algo extinta por estos días.

Siempre que camino por las calles de esta ciudad no puedo evitar alzar la mirada para contemplar su pasado enterrado en las alturas, invisible para el ojo que transita de manera somera y con los pies puestos en la realidad. Son testigos mudos de lo que fue la ciudad antiguamente y de cómo se concebía según las corrientes artísticas de ese entonces.

Hoy los tiempos acelerados, la necesidad enfermiza de ahorrar y un ambiguo desarrollo por lo simplista, nos han regalado un sinnúmero de moles amorfas carentes de toda intención de armonización con el entorno que las contiene. Torres sacadas de la manga de un mago moldista listo para regarlas por donde sea necesario, pues es un malentendido sinónimo de progreso. No así para los dueños de las constructoras, claro está.

Sigo mi recorrido y veo pasmado como esta bella torre del siglo XIX queda oculta y sin protagonismo tras estas desalmadas estructuras. Espero no llegar a ver la luz del día en que al despertar asome y vea por mi ventana un Valparaíso deforme e irreconocible, lleno de una "modernidad" incompatible, más que con las necesidades urbanísticas reales de la ciudad, con el bolsillo de los inversionistas.


viernes, enero 12, 2007

"POR UNA CABEZA"


Fotograma 45:

"Dos más por favor".

Recuerdo este bar con cariño, pese a que no voy nunca para allá. Durante el 2006 una desafortunada visita nos convocó junto a mis amigos para celebrar un aniversario más de lo que hemos bautizado como "Fundación Mario Góngora".

El evento no fue lo que se esperaba. Sólo decir que "por una cabeza" no se transformó en mayor motivo de bromas de lo finalmente se convirtió. Su organizador, Diego, fue vapuleado de múltiples maneras por habernos llevado a tan "mítico" lugar: El Brighton.

Digo mítico pues para nuestro conglomerado significa uno de los lugares donde habrían tenido lugar, en un espacio atemporal y quizás paralelo a éste, la escena donde uno de nuestro insignes profes e ídolos fundacionales, el Ojosogro, caía en las garras del alcohol mientras correjía nuestras pruebas y trabajos.

Muchos mitos nacieron en torno a esta historia, donde uno de sus principales protagonistas, David Berríos, barman del lugar, expulsaba a nuestro héroe por tener una abultada deuda, la que se rehusaba a pagar, pidiendo "dos chelas más".

Quizás muchos de los que lean esto no entiendan un carajo de lo que describo. Muchos buenos momentos y risas nos reportó el inventar diálogos y expresiones en torno a esta escena, cuyo súmmum lo vivimos durante abril pasado: Ojosogro era invitado a nuestra celebración.

Durante varios años de nuestra vida universitaria nos preguntábamos cuándo sería el día que lograríamos carretear con el susodicho en este lugar. Años de espera e incertidumbre llegaban a su fin, aterrizando una lúdica escena llena de magia y fantasía, de locura y elevado a la categoría de "momento ídolo".

Nada resultó como se pretendía o imaginaba. Silencios incómodos, música demasiado alta como para conversar tranquilamente, escasez de temas, expresiones confusas. Estábamos en presencia del aterrizaje forzoso de una idealización colectiva. Las opiniones posteriores fueron unánimes: Nunca más.

Qué extraño es cuando una situación o un hecho que esperas ansioso, la mente se encarga de atribuírle cualidades que no posee. Idealizantes ingredientes que sólo pavimentan de nubes el piso por el cual caminarás. Muchas veces, mejor dicho casi todas, la realidad se encarga de mitigar la magia, que por suerte, siempre existirá en nuestras cabezas.

domingo, enero 07, 2007

BOTAS DEL MEMBRILLO


Fotograma 43:

"Botas en la Caleta El Membrillo"

Cómo ha cambiado el puerto durante estos últimos años. Personalmente creo que lo ha hecho para mejor, y vaya en qué forma. Nuevos paseos, repavimentaciones, miradores recién estrenados, hasta metro "le tenemos" ... en fin, harto para mirar y redescubrir.

Es en uno de esos lugares "revisitados" donde tomé esta foto, la caleta El Membrillo, en la remozada avenida Altamirano. Hoy estos huevillos ya no existen, en su lugar hay una loza que dentro de los múltiples usos que tiene, sirve de estacionamientos para los restorantes del sector y aparcadero para algunos de los botes pesqueros.

Estos calzados abandonados representan a aquellos que alguna vez pisaron estas tierras, esos pescadores que algunas grabaron sus huellas en la arena y hoy se las ha llevado el mar y el concreto. Esos que caminan anónimos en el mar, sin olores a milagros mas el de sobrevivir en los tiempos que corren.

Quizás dónde se encuentran estas botas y zapatillas ahora. Olvidados por ahí. Podridos en otro lugar sin posibilidad de redención. Desechables como muchas de las cosas y actitudes que nos rodean hoy en día. Bienvenidos a la era del plástico, donde las pisadas se borran instantáneamente sin dejar un rastro a seguir para el futuro, al lugar donde nada se rescata de lo vivido.

Ojalá sean los menos, pero el consumo masivo de basura (en todos sus tipos), me da a entender lo contrario. Televisión digna de nada e indigna de todo, diarios y revistas ensalzando sólo inconsistencias sin sustancia ni alma, olvidando que quienes le consumen no se merecen ser rebajados a esa condición: A la de "feos" siendo testigos de cómo los "lindos" juegan en un tablero que no acepta nuevas piezas, pero sí miradas ajenas que finalmente se materialicen en arcas más llenas. Una lástima.

Personalmente, he optado por desconectarme y tomar mi cámara y observar un mundo demasiado interesante para descubrir, y no malgastar tiempo en tales futilerías, que irremediablemente nos estancarán aún más el estrecho criterio que se nos había logrado abrir tras la llegada de la alegría ... al parecer, es tiempo de estupidizar a las masas para esconder realidades turbias y desconcertantes, y mantenerlas en una idiotez sostenida y permanente.


jueves, diciembre 21, 2006

SUEÑOS EN TRANCE


Fotograma 41:

"Paseando bajo la tarde"

Cielo esmeralda nos ha tocado esta vez. El viento intranquilo no nos deja avanzar fácilmente, pero nos refresca el temple y el espíritu. Me pregunto cuanta gente se apostará en estos lares para ver el año nuevo en el mar ... quizás muchos, quizás pocos.

Será una fecha especial. Quizás muy distintas a otras que he vivido ... y que la comunidad de mis amigos ha experimentado también. Nos acercamos precipitadamente al "curiosamente" llamado "cambio de folio", es decir, el paso de los 20s a los 30s.

¿Y porqué tanto color? ¿Qué hace que este fin de año sea tan especial y distinto a los otros? El cambio y la evaluación. Cambiar de década no creo que sólo involucre apagar más velas en una torta, sino que involucra una restrospección sobre qué fuimos, qué somos y qué soñábamos que seríamos, y en qué nos convertiremos potencialmente.

Como dice una canción que me gusta mucho, uno planea muchas cosas, pero es finalmente el destino que te hace aterrizar donde el quiere, pero no donde creíamos que sería. Podemos guiar las situaciones, pero creo tenemos un límite.

"Todos mis diseños, simplificados ... todos mis planes, sacrificados ... todos mis deseos, comprometidos ..." dice aquellas canción. Mucho de razón tiene, pero creo que debemos tener claro que en la medida que modificamos (a la fuerza o no) nuestros planes, la capacidad de adaptarlos al nuevo escenario es clave.

Jamás es posible dejar der soñar ... pues es el motor de nuestra existencia. Si eso se acaba, nos convertiremos en eternos errantes desalmados, carentes de planes y legítimas aspiraciones. Espero que al llegar a tal edad y al mirar atrás, el diseño anhelado para mi vida no se haya simplificado a tal punto de verlo como irreconocible.

martes, diciembre 12, 2006

CIELO DE CELOFÁN


Fotograma 40:

"Adiós barquito"

Que placentero color de cielo. Me gusta sentir que estoy parado bajo un gran celofan que lo tiñe todo de un color inesperado a la hora del ocaso. Mi día cambia y se vuelve momentáneamente nuevo, distinto al que ha corrido las horas pasadas.

El mar nos entrega la frescura necesaria para sobrellevar el calor atosigante, nos da aquella brisa revitalizadora inexistente en otros parajes. Los porteños tenemos ese clima extremo pero sabroso durante el verano: A ratos sofocante en el día y fríamente ventoso por la noche. Qué rico sentir como las sábanas no se pegan a tus pies por un calor nocturno asfixiante.

Los miradores de la costa permiten contemplar este espectáculo de sobremanera. Invitan a encumbrarse sobre el mar para sentirse suspendido como un caminante lunar. La brisa, el oleaje y el olor a sal hacen el resto. Estás en tu propio show. El de tus sentidos.

Se permite la entrada sólo a quienes hayan pagado su adhesión, aquellos que merecen compartir este momento único e irrepetible. Aquellos que por la fuerza del azar les tocó estar ahí. Quienes no hayan asistido, seguramente no han leído el anuncio del periódico ni mucho menos el de la televisión. Seguro están siguiendo la muerte de Pinochet o la última explosión en Irak.

Acá estas noticias no llegan. No logran traspasar el celofán que nos cubre ni mucho menos pueden penetrar en el terreno de los sueños que gobiernan estas provincias. Incluso las bocinas de la furibunda tribu vehicular son acalladas por el rugir incesante de las olas y el viento.

No deseo irme. Pero la deaparición del sol arreado por el barco que nos deja dice que el ocaso ha finalizado. Es hora de volver a la rutina.

jueves, noviembre 23, 2006

LOS 4 PESCADORES

Fotograma 39:

"Los 4 fantásticos"

Nos son superhéroes. Por lo menos no bajo la lógica que conocemos a estos personajes de fantasía y de existencia casi mitológica. Son cuatro personajes, cuatro desconocidos que sólo comparten algo en común: Ser partes de una fotografía, o de una viñeta de la realidad.

Es parte de la magia fotográfica: Establecer vínculos lúdicos entre quienes componen una imagen. Jugar y tratar de adivinar lo que sienten o piensan los personajes protagonistas de una efímera escena que tuvo alguna vez un tiempo y una existencia material real.

Si hacemos el paralelo con las pinturas de siglos anteriores, podríamos establecer una diferencia: El pintor trazaba en tela una imagen proveniente de su mente y que muchas veces no tenía asidero en la realidad, o era simplemente la escenificación de un hito histórico o religioso a su libre interpretación. La fotografía, es en cierto modo "entregada" al fotógrafo. Es él quién se "topa" con una escena digna de ser retratada. Su única intervención es la composición del momento.

Si la sonrisa de la Gioconda nos entrega las más variadas conjeturas sobre lo que refleja, de la misma manera lo puede hacer cualquier imagen de tipo fotográfico.

¿Porqué el niño estará tan hacia la esquina? ¿Es que acaso es muy tímido? Quizás está mirando algo que ocurre bajo sus pies y no está de mayor forma involucrado con los pescadores ... a lo mejor ni sabe que están allí. El tipo que se toca el zapato. ¿sólo tendrá comezón o le habrá entrado una piedrita al zapato ... o quizás se comió los calcetines? Quién sabe. El pescador que mira al niño, ¿también estará mirando de reojo al fotógrafo?

La fotografía es eso. Una construcción que se cierra en quién le contempla, bajo sus propias lecturas y vivencias. Le pone "diálogo" y contenido a una situación aparentemente objetiva. Lo que sí tenemos muy claro, es que jamás llegaremos a saber lo que nuestro superhéroes pensaban al momento de ser esta viñeta dibujada. Dudo, en todo caso, que la premisa fuese la de salvar al mundo, mas si, salvar sus propias existencias.

lunes, noviembre 20, 2006

LEVANTANDO LA MIRADA


Fotograma 38:

"Palomas pelacables"

Caminar y caminar para conseguir una fotografía interesante. Realmente hay que considerar eso a la hora de aventurarse en la búsqueda de una buena imagen. Los malitos para caminar, mejor se queden en casa.

Día sábado, alrededor de las 12 pm. Cerro Artillería a un costado del paseo 21 de mayo. Muchos turistas y gente reunida en torno al "aún en remodelación" mirador. Hay buena luz pero algo fuerte para tomar capturas. Personalmente no me gusta mucho salir a mediodía por el problema que significa lidiar con sombras planas y achatadas por el cénit solar.

Como el lugar está archifotografiado y la luz no me acompaña del todo, decido buscar deonde los ojos no miran usualmente: arriba del horizonte. Lo entretenido de la fotografía es que puedes focalizarte en algo que puede pasar desapercibido el 98 % de las ocasiones, pero que es lo suficientemente duradero para quedar "capturado" en un rollo de película o bueno, hoy por hoy, en una tarjeta de memoria.

Esos detalles o momentos no siempre suelen estar a la altura de nuestros ojos. Una vez un profesor de fotografía me decía que quienes amábamos este modo de expresión, teníamos un "teleobjetivo" incorporado en nuestras pupilas que nos hacían mirar todo de una manera "fotográfica".

Ciertamente así es. Caminando por la calle te das cuenta que empiezas a reparar en cosas que no todo el mundo ve, y si vas a compañado a cada rato dices "mira, que buena foto sería esa". Si andas sin cámara, todo mal, porque sientes que has perdido "la" oportunidad. Tan efímera como única.

Finalmente, miro al cielo y veo dibujado un peculiar pentagrama sobre el papel azul del cielo. Escrito en él, improvisadas llaves de alambre que asignan la escala musical de cuyas sonidos serán responsables las notas que en ellas se posen, sean blancas o negras, machos o hembras. No importa. La melodía que de ella se deprenda pasará tan inadvertida para los transeúntes, como el espectáculo que significa su comtemplación.

miércoles, noviembre 15, 2006

PASEO EN BICICLETA


Fotograma 37:

"Martillo de Altamirano"

Paseo Altamirano, 4 de la tarde. Monto en bicicleta. Hace un calor enorme que sólo es refrescado por la velocidad de mi pedaleo incesante. Me detengo y tomo un poco de agua. Miro a mi alrededor y me acuerdo que llevo mi fiel cámara en el bolso. Deseo sacar una foto.

¡Clic! y listo. Mi polola espera pacientemente. Le comento lo cambiado que está el borde costero de Valparaíso por estos tiempos. Aún no logro borrar la derruída imagen que guardo de la avenida Altamirano de antaño, con los fierros expuestos, el concreto fatigado, las barandas cayendo.

Afortunadamente eso es parte del pasado. Desafortunadamente, hoy los fierros oxidados y el hormigón carcomido se han personificado en rayados y grafitis en las debutantes estructuras. Una lástima. Somos animales con un desarrollado instinto de conservación, pero nada sabemos de ella. Menos si es sobre algo ajeno.

Sigo rodando hacia Torpederas. Me topo con más miradores remozados y reacondicionados. Hasta la plaza Rubén Darío obtuvo lo suyo. Pasada la playa Carvallo un repentino frío comienza a helarnos la piel hasta que un viento sur nos detiene y nos obliga a parar. "Parece que es hora de devolverse", digo. "Sí, vamos", me contestan. El paseo Wheelwright nos espera.

miércoles, noviembre 08, 2006

NO MIRES HACIA ABAJO ... NI HACIA ATRÁS


Fotograma 36:

"Suelo de mi pieza"

Son bonitos los pisos de madera. Muy cálidos, por cierto. Además, poseen la mágica cualidad de transportarme a la infancia, a esa niñez que no conocía de pisos alfombrados y mucho menos de cerámicos, lujos reservados exclusivamente para quienes tenían mayor poder adquisitivos por aquellos años ... los que ciertamente, eran los menos.

Siempre recuerdo el año que se construyó mi dormitorio, un gran paso para un niño que emprenderá por primera vez la aventura de dormir solo, dejando el alero materno para enfrentarse a los temores propios de la infancia, como lo es la oscuridad.

Sin duda, esta experiencia se constituyó en todo un desafío para mis seis años de entonces, prueba que finalmente, fue superada. Nunca fui un regalón empedernido, de esos que gustaba dormir en la cama de sus padres, al contrario, esta suerte de "mini independecia"
fue de mi total agrado y complacencia, al punto de convertirme con los años en una clase de ermitaño dentro de mi propia casa.

La diferencia, como muchos no lo saben, es que mi pieza es un pasillo, por lo que la premisa de "encerrarse con llave" para escapar del mundo aquí no funciona. Vivo en una suerte de "boulevard" en el que durante el tiempo que me mantengo en él, estoy en una "constante exposición". Quienes hayan estado en mi dormitorio lo podrán corroborar. Es mi propia "casa de vidrio".

Ha sido extraño habitar mi hogar de esta forma durante tantos años. Tanto es así que creo que parte de mi personalidad ha sido influenciada fuertemente por este detalle en muchos aspectos.

Tengo hartas ganas de partir, de sentir aquello que sentí cuando por primera vez vi mi dormitorio nuevo recién armado, de sentir que un nuevo mundo se abría ante tí, un mundo sobre en el que en cierta manera tenías el control y eras amo y señor. ¿Cuando será el minuto? Espero que pronto, pues más que un deseo, se ha vuelto una necesidad.